Amados Hermanos
volvemos al tema de la Apostasía, como ustedes ya saben muchos hoy en día ya no
quieren que las almas se enteren de lo que les espera si no entregan su vida a
Cristo conforme a la palabra. Pero para eso estamos los siervos de Dios para
que todo aquel que no sepa se entere.
Amados hermanos
hay tantos pasajes en la biblia que nos hablan de la realidad de un
infierno, donde hay millones de almas que caen cada mes, cada día y cada
segundo.
Por lo mismo es
que muy pocos creen esta realidad.
Hay muchas
revelaciones a cerca de un infierno existente, ya que Jesús mismo le
advertía a los judíos como escaparían del infierno por tantas blasfemias
e incredulidades que tenían respecto al único Cristo el
cual vino como Dios ala tierra echo carne MATEO 23:33
¡Serpientes,
generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?
También
en MARCOS 9:44 Se nos advierte de que hagamos lo imposible, para no ser
condenados como siervos del Señor al infierno. Ya que como pueblo de Dios
tenemos que dejar todo por el.
Espero
en el señor amados hermanos que siempre que tengan la oportunidad de predicar
del infierno lo hagamos para que las personas miren a que se estan condenando.
Y así den el paso de arrepentimiento ya que solo sabiendo a que se condenan
podrán entregarse a la salvación.
Nuestro
Señor Jesucristo dejó clara la evidencia del infierno Hablando de Lazaro y el
rico para que nosotros supiéramos que el infierno era algo real, y que depende de nosotros donde queremos que nuestra alma pase la eternidad.
Muchas personas no toman en cuenta que en Lucas 12; Se nos advierte claramente a quien debemos de temer.
Mas os digo, amigos míos: No temáis a los que matan el
cuerpo, y después nada más pueden hacer. Pero os enseñaré
a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber
quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo,
a éste temed.
Muchas personas no toman en cuenta que en Lucas 12; Se nos advierte claramente a quien debemos de temer.
Mas os digo, amigos míos: No temáis a los que matan el
cuerpo, y después nada más pueden hacer. Pero os enseñaré
a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber
quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo,
a éste temed.
Dios los
bendiga.
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